jueves, 10 de julio de 2008

Manías urbanas


Hay algo que se está desvirtuando. I feel it.

¿Por qué tengo que soportar con un gesto indiferente la música que me retumba en los oídos mientras leo? Y eso que no es alguna melodía que se me ha quedado grabada en la memoria inconscientemente, ni nada por el estilo. Es el otro pasajero que se sienta a unos dos metros y medio de distancia que con el ritmo incesante del ch-ch-ch no me deja concentrar.

Es cierto que hay lugares donde vamos para escucharlo; el ch-ch-ch, el punchi punchi, el swing y otros más. ¿Pero por qué soportarlo justo ahora y acá, como levantarme cuando el chicle masticado con tanta devoción y sentimiento fue abandonado justo en el lugar donde he decidido sentarme? Y mientras intento nuevamente encontrarle sentido a las palabras que leo, tengo esa sensación pegajosa que me saca de mi mundo y me trae a los sacudones a este mundo, donde al otro le importa solamente el otro, y ningún otro más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aguante la linea A.