jueves, 3 de julio de 2008

Reaper


Sinceramente, me quiero colgar de un poste de luz.

¡¿Por qué?!

Y...viste, como que le agrega algo de poesía, ¿no? Imaginate un fiambre ahí colgado, abajo de la lluvia, iluminado por el farol. Abajo los gatos maullando, un par de pibes tirándole naranjas...

No le veo mucha poesía a eso.

Tenés razón, pero eso sí, es bastante dramático. Un tipo ahí colgado en la vía pública, desesperado, sin nada más en este mundo, desinteresado de todo, y, sin embargo, colgándose en el medio de la calle para que lo vean todos. Aunque sea hay que admitir que es contradictorio, una imagen fuerte.

Puede ser, pero te digo, hoy en día, es más probable que te vean matarte si subís un vídeo a YouTube que si te colgás en el medio de una avenida. Viste cómo es la gente que si no lo ve en la computadora no les parece nada interesante.

Claro claro, sí. Que mundo de mierda, ¿no? Llegamos, boludeamos un poco, lloramos, exprimimos un poco nuestro corazón y nuestro cerebro, y cuando estamos empezando a entender como viene la mano, ¡shuick!, nos fuimos. Jaja.

Te das cuenta de que no vale mucho la pena nada, ni siquiera reírse de eso. Son todos simples intentos de ponernos por encima de algo que en definitiva: te va a aplastar. Lo quieras o no, te llega, y no sos nada. Por mucha poesía, mucha cosa trascendental que le quieras meter, no vale nada, es un mundo material, hecho de cosas que se descomponen y desintegran con el tiempo, sin significado alguno...

Carajo mierda...no puedo más.

...sin espiritualidad. Las cosas que ves hoy mañana no están, porque no valen nada en este mundo de apariencias. Acá estamos todos de paseo para vernos constreñidos contra el reloj, hasta secos y gastados...
¡Hernán!
¡¿Qué hacés loco?!
¡Dejá la cuchara no seas ridículo!
Flaco en el enchufe no, que no tengo disyun...

Pero que lo parió, siempre lo mismo en esta casa.
¡Mamá, Hernán se hizo pochoclo, llamá a la policía!

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