lunes, 28 de julio de 2008

Azúcar Amargo


Yacían, embebidos en la luz del mediodía y definitivamente solos, en privacidad, observados por la injusta narración únicamente. Sábanas y finos lienzos etéreos decoraban sus cuerpos, lecho, y el marco de la abertura que daba al balcón, asediado por el fuerte sol, que llegaba a ellos filtrado y endulzado por largas cortinas de lino.

Se dijeron estas palabras, en idiomas extraños a nuestro oído, apareciendo como inconclusos, pero que he logrado traducir:
-Es para vos- le dijo.
-¿Qué es?
-La pregunta que me querés hacer no es esa- respondió.
-¿Qué es lo que abre?- reformuló con indecisión.

Con un gesto ligero y la mirada oscura clavada en sus ojos, respondió. Se entreabrió la camisa liviana que llevaba apenas unida a su cuerpo, dejando ver el pecho.
Muy cerca del esternón, visible casi escapando la piel, un orificio.

-¿Debería?- le preguntó.

Respondióle con una sonrisa.

Acercó el artefacto al orificio, con mano temblorosa. Crujió muy poco, giró, y se abrió.
Un pequeño rectángulo de carne y hueso se desprendió, girando sobre el esternón, que hacía las veces de bisagra.

Ella sin dudarlo enterró la mano en su pecho, extirpó el corazón y lo sostuvo con la mirada ida.
Estaba reseco, gris, como una pasa de uva rosada.
Él la miraba complacido.
Ella levantó un recipiente de arcilla clara, y sumergió el viviente en agua clara. Éste se hinchó y se fortaleció, empezando a latir.
Lo dejó en su receptáculo humano, que rebosaba de alegría al lado suyo.
El hueso y la carne volvieron a su lugar, él se durmió al instante, destruído por la fatiga.

Ella fue rápidamente al baño, inclinando la cabeza en el inodoro, sacándose de encima tanta responsabilidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que romántico.
Me encantó.

Anónimo dijo...

Así cualquiera, en anonimato yo también escribo que romántico, se me erizó el vello del brazo.
Acá somos gente seria, firmemos los comentarios.

Yo

Anónimo dijo...

Diego.... que bueno che...
escribis muy bien..
disfrute mucho azucar amargo
saludos..

abcD. dijo...

Sos un romántico perdido eber.
gracias